Una periodista murió tras caer desde un acantilado cuando se sacaba una foto

Una periodista de 33 años murió el miércoles por la tarde tras caer desde un acantilado en la costa sur de Mar del Plata, donde se encontraba sacándose una fotografía durante una actividad vinculada a su trabajo. La víctima fue identificada como Leticia Lembi, quien participaba en una jornada organizada por una agencia de marketing digital en la que se desempeñaba como coordinadora.

El episodio ocurrió cerca de las 18:45 en un sector de la Ruta 11 conocido por sus barrancas y por el deterioro de sus accesos a pie, según indicaron fuentes que intervinieron en el operativo. La mujer estaba con un primo y un grupo de amigos cuando se ubicó en una plataforma elevada y perdió el equilibrio, en un intento de capturar la panorámica postal.

La caída fue desde unos 25 metros y provocó su muerte en el acto, de acuerdo con la primera evaluación de los equipos que llegaron al lugar. 

Los testigos pidieron ayuda de inmediato, lo que movilizó a bomberos locales, personal del SAME, rescatistas y efectivos policiales.

El fiscal Carlos Russo se presentó en la zona para supervisar las actuaciones y obtener una reconstrucción inicial de lo sucedido. Fuentes de la pesquisa señalaron que la hipótesis principal se orienta hacia una muerte accidental, como fue caratulada la investigación.

Los rescatistas debieron trabajar con rapidez por el avance de la marea, debido a la geografía del sitio. La plataforma desde la que cayó Lembi presentaba signos de erosión y falta de mantenimiento, pese a ser un punto frecuentado por visitantes que buscan vistas panorámicas.

Lembi era periodista y había estudiado en la Universidad de La Plata tras formarse en el Colegio Holandés de Tres Arroyos, homónimo a  la localidad de su ciudad natal. Además de su labor en el ámbito digital, realizaba colaboraciones estacionales para el diario La Voz del Pueblo como corresponsal.

En el plano personal era reconocida por su cercanía con la comunidad local y por su vínculo con una familia tradicional del comercio en Tres Arroyos. Su padre estuvo al frente de Casa Evaristo, un negocio histórico que funcionó durante ocho décadas y que cerró sus puertas hace algunos años.